En un giro sorprendente, América Latina, antaño un epicentro de crecimiento en inversiones iniciales, ha experimentado su segundo año consecutivo de contracción en financiamiento de capital de riesgo. En 2023, las empresas de América del Sur y América Central obtuvieron aproximadamente 2.900 millones de dólares en inversiones iniciales, marcando una disminución del 63% desde 2022 y una impactante caída del 84% desde el récord de 2021.

Este declive, aunque dramático, no parece estar directamente relacionado con factores económicos o políticos específicos de cada país. A pesar de un crecimiento proyectado del PIB del 2,3% para 2023 en América Latina, la financiación de startups ha disminuido, probablemente influenciada por una caída generalizada en la inversión a nivel global.

Las inversiones en etapas tempranas mostraron cierta mejora en el cuarto trimestre de 2023, con un aumento en las negociaciones y una inversión de cerca de 520 millones de dólares en al menos 37 rondas conocidas. Sin embargo, las etapas posteriores experimentaron una disminución, con poco más de 230 millones de dólares destinados a financiaciones en el cuarto trimestre, menos de la mitad del total del año anterior.

Si bien las fluctuaciones trimestrales pueden no ser indicativas, la tendencia general revela un enfriamiento considerable después de un ciclo récord de crecimiento en inversiones. Para revertir este rumbo, se necesitará un repunte en las salidas o un aumento en la disposición de los inversores para poner más capital a trabajar.

Según datos de Crunchbase hasta el 17 de enero de 2024, el panorama de la financiación de riesgo en América Latina refleja un desafío que requiere atención y estrategias innovadoras para revitalizar el ecosistema de startups.

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Author: daniel.pinilla